16 de abril de 2012

Donuts glaseados

Una auténtica delicia, sobre todo si se respetan correctamente los tiempos de levado. Lo ideal sería preparar la masa la noche anterior y tener en cuenta que el segundo día los bollos habrán perdido un poco (aunque seguirán estando muy ricos, ojo).

Mi cortador de donuts tiene un diámetro de 8 cm., y para mi gusto quedaron pequeños. La próxima vez que los haga intentaré que sean más grandes (con lo que también ganarán en esponjosidad).

Ingredientes:

* 250 ml. de leche
* la piel de una naranja (sin la parte blanca)
* 400 g. de harina de fuerza
* 70 g. de azúcar
* una pizca de sal
* 1 sobre de levadura seca de panadería
* 1 huevo mediano
* 50 g. de mantequilla
* aceite de girasol abundante para freír

- Para el glaseado:
* 150 g. de azúcar glass
* 4 cucharadas soperas de agua

Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.

Llevar a ebullición la leche con la piel de naranja. Retirar del fuego y dejar templar (todavía con la naranja, para que siga dejando sabor mientras enfría la leche).

En un recipiente amplio tamizar la harina con la levadura, el azúcar y la sal. Añadir el huevo, remover con una espátula y agregar la leche (previamente colada) poco a poco, según se va mezclando. Por último, echar la mantequilla cortada en pequeños dados y mezclar con las manos.

El resultado será una masa muy húmeda que se pega a todo. NO AÑADIR MÁS HARINA. Amasar a mano siguiendo el método para masas hidratadas del chef francés Richard Bertinet (vídeo explicativo pinchando aquí), o en amasadora hasta que se despegue de las paredes del recipiente. Paciencia, este paso llevará algo de tiempo.

Colocar la masa en un bol amplio (hay que tener presente que va a crecer mucho), tapar con film transparente y dejar que leve toda la noche (o un mínimo de 6-8 horas) en un lugar resguardado.

Al día siguiente, quitarle el aire amasando ligeramente y, con ayuda de un rodillo de cocina, estirar sobre una superficie enharinada hasta un grosor de algo menos de 1 cm. Será necesario insistir en el estirado, pues al principio la masa va a tender a encoger de nuevo.

Cortar las piezas e irlas dejando sobre una bandeja cubierta con papel sulfurizado. Habrá que dejar suficiente espacio entre unas otras para que aumenten de volumen. Volver a estirar la masa y repetir hasta acabarla.

Dejar que los donuts hagan un segundo levado hasta que suban tres o cuatro veces su volumen (más de dos horas, dependerá de la temperatura ambiente, hay que echarle paciencia).

Cortar el papel sulfurizado alrededor de los donuts para evitar manipularlos con la mano, y freír en abundante aceite (es importante que floten) a fuego medio-bajo. Yo los freí de uno a uno en un cazo, una freidora sería lo ideal, dándoles vueltas constantemente y controlando con un termómetro que la temperatura durante la fritura se mantuviera en torno a los 160º-165º C. Cuando adquieran el característico tono rubio, retirar del aceite y dejar escurrir sobre papel de cocina.

Es importante que estén bien escurridos y ya fríos antes de proceder al glaseado.

En un recipiente hondo en el que quepa un donut holgadamente, mezclar el azúcar con el agua hasta obtener una glasa lo suficientemente líquida como para bañar los bollos en ella.

Bañarlos completamente, sin dejar ninguna parte de la superficie sin cubrir, ya que la glasa ayudará a que se conserven mejor. Dejar secar sobe una rejilla.


























Vía: Salseando en la cocina

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