Ingredientes para 3-4 personas:
* 350 g. de espinacas congeladas
* 3 dientes de ajo
* 150 g. de crema de queso
* un puñado de piñones
* 12 placas de canelones
* 200 g. de queso Brie
* 2 cucharadas soperas de harina
* 2 cucharadas soperas de mantequilla
* 3/4 l. de leche entera
* aceite de oliva
* pimienta negra molida
* nuez moscada molida
* queso rallado para gratinar
* sal
Dorar los piñones y el ajo laminado en una sartén con un chorrito de aceite, a fuego medio. Agregar las espinacas y dejar que se descongelen por completo, removiendo un poco. Salpimentar. Añadir la crema de queso y dejar que se derrita, removiendo hasta que se haya integrado por completo. Dejar cocer unos minutos, dando una vuelta de vez en cuando, hasta que la mezcla espese. Retirar del fuego y dejar enfriar.
Cocer las placas de canelones en abundante agua con sal, con cuidado de que no se peguen. Cuando estén cocidas, reservarlas bien estiradas sobre un paño de cocina limpio. Cortar el queso Brie en 12 bastoncillos de tamaño similar.
Para la bechamel, derretir la mantequilla en una sartén grande. Retirar un momento del fuego y añadir la harina, removiendo bien para evitar que se formen grumos.
Devolver la sartén al fuego y empezar a añadir la leche muy poco a poco y sin dejar nunca de remover. Si se quiere más suelta se puede aumentar la cantidad de leche. Si se forman grumos, pasamos la salsa por la batidora. Cuando haya adquirido la consistencia deseada y ya no sepa a harina, añadir sal, pimienta y nuez moscada al gusto, remover un poco más y retirar del fuego.
Untar de mantequilla un molde apto para horno y/o microondas. Colocar un trozo de queso Brie sobre cada placa de pasta, cubrir generosamente con las espinacas, enrollar el canelón y colocar en la fuente, sin apretar demasiado.
Cubrir bien con la salsa bechamel, espolvorear con abundante queso rallado y gratinar en el horno (o con el grill del microondas) hasta que el queso se dore al gusto. Servir bien caliente.
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