El buttermilk es suero de mantequilla, un ingrediente muy usado en la repostería de EEUU. En caso de no encontrarla a la venta, el mejor sustituto en cuanto a textura y sabor sería el yogur líquido. A pesar de que en muchos blogs se recomienda elaborarlo de forma casera añadiendo una cucharada de vinagre, zumo de limón o cremor tártaro a un vaso de leche fresca, dejando que repose 10 minutos, lo que así se obtiene es suero de leche, que no es lo mismo que el suero de mantequilla que se obtiene en la elaboración de la misma.
Ingredientes (para unas 30 unidades):
* 85 g. de mantequilla
* 85 g. de azúcar
* 1 huevo
* 1 cucharada sopera de ralladura de limón
* 1 cucharada sopera de zumo de limón
* 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
* 1/2 cucharadita de pimienta blanca molida
* una pizca de bicarbonato
* 85 ml. de buttermilk
* 140 g. de harina con levadura
Batir la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar hasta que la mezcla esté esponjosa y haya aumentado de tamaño. Añadir el huevo e integrar. Echar las especias y la ralladura y el zumo de limón, mezclar bien y añadir la buttermilk.
Agregar poco a poco la harina tamizada con el bicarbonato, batiendo hasta que no queden grumos. Dejar reposar la masa media hora.
Calentar la máquina según instrucciones del fabricante e ir cocinando las tandas de mini-roscos, pincelando las placas con aceite para que éstos no se peguen, durante cuatro minutos por tanda, aproximadamente. Dejar enfriar.
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