Vistoso y delicioso, resulta un entrante ideal para cualquier comida. (El de la foto se hizo con surimi en vez de gambas por cuestiones de alergia al marisco)
Ingredientes para 4 personas:
* 1/2 kg. de merluza sin piel ni espinas
* 100 g. de gambas peladas
* 400 g. de espinacas congeladas
* 100 g. de queso de Mahón (se puede sustituir por queso fresco o de untar)
* 6 huevos
* 250 g. de nata líquida
* pimentón picante
* sal y pimienta blanca
- Para la salsa:
* 150 g. de gambas peladas
* 1 cucharada sopera de aceite
* 2 cucharada sopera de mantequilla
* 200 g. de nata líquida
* 2 cucharada sopera de harina
* 1 pastilla de caldo de pescado
* 200 g. de agua
* pimentón picante
Batir 3 huevos, añadir la mitad de la nata, sal, pimienta blanca y pimentón. Añadir la merluza y batir con batidora hasta obtener una mezcla homogénea. Reservar.
Batir otros 3 huevos, añadir el resto de la nata, sal, pimienta blanca y pimentón. Agregar las espinacas y el queso y batir con batidora hasta obtener una mezcla homogénea. Reservar.
Engrasar un molde con mantequilla y formar capas con las dos mezclas obtenidas, intercalando gambas peladas entre cada capa. Introducir al baño María en el horno precalentado a 180º, durante unos 30 minutos, hasta que haya cuajado.
Poner las cabezas y cáscaras de las gambas con el agua, cocer unos minutos, colar y reservar.
Mezclar bien el resto de los ingredientes de la salsa (excepto las gambas) y cocinar a fuego lento. Agregar el caldo reservado y la mitad de las gambas y pasar por la batidora.
Desmoldar el pastel, cubrir con la salsa y adornar con las gambas sobrantes.
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